El Día de reposo lo estableció Dios, para que los judíos aprendan a ser organizados y agradecidos. Para que sus criaturas le exaltemos y le alabemos, para descansar el cuerpo; no debe ser una oportunidad para pecar. El Día de reposo es para congregar, tener comunión con Dios, reunirse en familia, visitar al enfermo, compartir con el necesitado. Jesús es el Señor del Día de reposo.