Imagina que estás sola en un desierto árido, rodeada de animales salvajes y no has comido en cuarenta días. ¿Crees que serías vulnerable a la tentación en un caso como ese? Descubre cómo Jesús manejó la presión cuando se encontró justamente en esa situación. Acompáñanos en el episodio de hoy de Aviva Nuestros Corazones.