Observar la naturaleza humana nos dice que pocos están verdaderamente hambrientos y sedientos de Dios, hasta que ocurre una verdadera tragedia. Ya sea que nos demos cuenta o no, las pruebas son bendiciones disfrazadas. En Estados Unidos, la mayoría de nosotros afirma ser de la fe cristiana, pero ¿está esa fe dando los resultados deseados? La fe genuina se refleja en la humildad sincera, el amor desinteresado, el verdadero arrepentimiento y una vida entregada. ¿Tu vida refleja estas características? ¿Estás realmente buscando a Dios? No es demasiado tarde.