La Palabra de Dios es como un manantial, cuando se la lee o escucha: la misma palabra de un mismo versículo, nos puede impactar de diferente manera; en diversas ocasiones. El Espíritu Santo, siempre obra. La Biblia enseña, que Dios hizo un hombre para cada mujer y una mujer para cada hombre. Cada mujer casada, debe estar casada con un solo hombre y cada hombre, con una sola mujer.