Jesús sanó a un endemoniado ciego y mudo: todos estaban sorprendidos. Los fariseos dijeron que Jesús echaba fuera demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios. Siempre los religiosos han sido y son, los peores enemigos de los Apóstoles y de Cristo. Sólo el diablo y los hijos de diablo se molestan, cuando alguien hace algo bueno: y estos religiosos, estaban molestos con Jesús.