La Biblia nos enseña a ser hospitalario. El Apóstol Pablo da testimonio, que unas personas religiosas y que no lo conocían; al ver que era un hombre de Dios: lo albergaron y lo ayudaron. Los Pastores deben mantener en sus Iglesias, la enseñanza y práctica de los principios bíblicos: la Sana Doctrina. El verdadero Evangelio, no se moderniza: sigue el ejemplo de humildad de Cristo.