Estamos hablando sobre cómo nuestros hijos pueden ser sabios y qué podemos hacer como padres, como padres sabios, para ayudar a transmitirles algo de esa sabiduría. Afortunadamente, no tenemos que apoyarnos en nuestra propia sabiduría para poder ser sabios, sino que podemos tomarla de la fuente de toda la sabiduría, que es la Biblia.