Dios no quiere que seamos ignorantes en cuanto a lo que está por venir. Él quiere que sepamos que el futuro ya está escrito y que sus promesas son seguras y confiables. La profecía bíblica nos es dada para prepararnos para lo que está por venir, asegurarnos que Dios está en control y animarnos a contarles a otros las Buenas Nuevas de Jesucristo.