Habrá ocasiones en que el crecimiento de la congregación local se verá amenazado u obstaculizado por los enemigos de la piedad. Y cuando se identifique a esos enemigos, es necesario remover su poder y su presencia. Las iglesias no podrán llegar a estar o permanecer saludables si no se trata con el pecado que hay en medio de ellas. Tenemos que enfrentar el hecho de que en ocasiones hay ciertas cosas que tienen que irse. En esta lección identificaremos tales cosas y determinaremos la mejor manera de erradicarlas de nuestras vidas y nuestras iglesias.