Es probable que usted tenga familiares o conozca personas que trabajan en el campo. Con seguridad, se habrá dado cuenta de que estos hombres y mujeres que trabajan la tierra no necesitan de un reloj o de un calendario para saber cuándo es un buen momento para sembrar o cosechar. Increíble, ¿no le parece? En la actualidad, vemos las señales tan claras de los últimos tiempos, pero muchos, aunque ven lo mismo, no tienen un sentido de urgencia de cambiar sus vidas y de estar preparados para el regreso de Cristo. El pasaje que leeremos a continuación, nos habla de esa urgencia y de la reacción que deberíamos de tener ante el calendario de Dios.