En el crepúsculo de su vida, Salomón tomó su pluma y escribió un tipo de memorias de cómo su vida había sido vivida en la vanidad, a pesar de su sabiduría, poder y logros. A diferencia de Proverbios, el cual le ofrece instrucción a la juventud acerca de cómo vivir, el libro de Eclesiastés nos ofrece instrucción acerca de cómo no debemos de vivir. Y parte de los mejores consejos se encuentran en la última sección del libro. Desafortunadamente, el hijo de Salomón fracasó en escuchar la sabiduría de su padre. Seríamos sabios en no ser tan insensatos.