Si las tumbas son misteriosas para usted, los epitafios son extraños para mí. Todos los hemos visto. La mayoría de ellos son breves. Algunos son profundos. Unos cuantos son trágicos. Y algunos son hasta cómicos. Cristianos o no, esperanzados o desesperados, todos tenemos en común algo que es inevitable: la muerte. Pero cuando la muerte llega, nuestros caminos se dividen.