No sé si usted lo ha notado pero muchas personas cuando leen la Biblia cometen un error simple pero a la vez garrafal. Leen un pasaje bíblico sin tomar en cuenta el contexto y la época cuando fue escrito. Por ejemplo, en este mensaje vamos a estudiar el capítulo 25 de Mateo. Si queremos sacarle el mejor provecho a este pasaje, debemos olvidarnos del país y del tiempo en que vivimos. Debemos entrar en una especie de túnel del tiempo que nos lleve 20 siglos en el pasado. Tenemos que ponernos en las sandalias de los seguidores de Jesús, quienes le escucharon hablar de Su inminente muerte.