Las resoluciones determinan lo que ocurrirá con base en las convicciones, las disciplinas personales, el propósito firme, la visión clara y un sentido de misión. Las resoluciones dicen: «Asumo toda la responsabilidad para que esto ocurra». El extraordinario compromiso del teólogo Jonathan Edwards a su responsabilidad en la vida se expresa en sus 70 resoluciones que escribió antes de cumplir sus 20 años. Estas resoluciones guiaron sus pasos hacia el cumplimiento de su misión personal de glorificar a Dios a través de su ministerio de predicación. Aun así, Edwards era realista. Sabía que los obstáculos eran inevitables y muchas de sus resoluciones las escribió para hacer frente a esos desafíos. Una de sus resoluciones dice: «Resuelvo que siempre que yo haga cualquier acción conspicua y maligna seguiré su rastro, hasta que llegue a la causa que la originó y entonces, me esforzaré cuidadosamente en no volver a hacerla y a pelear y a orar con toda mi fuerza en contra de la causa». Esto es aceptar la responsabilidad.