Un autor desconocido escribió: «Somos como bestias cuando matamos, como hombres cuando odiamos, pero más como Dios cuando perdonamos». Gracias a Dios que el lápiz que se usa para anotar nuestras malas acciones tiene un borrador muy grande. David escribió en el Salmo 103:12 – 14 (NTV) lo siguiente: «Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente. El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. Pues Él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan sólo polvo». Dios espera que Sus siervos sean así con los demás. Siempre listos y dispuestos para perdonar. . . ¿Es usted esa clase de siervo?