Quienes miramos la vida de David podemos usar palabras diferentes para decir lo mismo de su trágica experiencia con Betsabé. Algunos podrían llamarlo el episodio más angustiante de la vida de David; otros podrían considerarlo el día más negro de su historia; alguien podría lamentar cómo han caído los valientes. Sin embargo, buscamos la manera de describirlo. El encuentro de David con Betsabé y los actos posteriores a su pecado, se destacan como una ilustración inolvidable de una de las advertencias del Nuevo Testamento: «Si ustedes piensan que están firmes, tengan cuidado de no caer» (1 Corintios 10:12, NTV).