Quienes invierten sus vidas en la crianza de los hijos son muy bien recompensados por su sacrificio y compromiso hacia sus familias. Sin embargo, todos los padres saben también del dolor y la frustración de hacer lo que es mejor para sus hijos, sólo para encontrar que sus esfuerzos parecen ser contraproducentes. La culpa, el dolor y la desilusión que a menudo acompañan al proceso de la crianza de los hijos pueden causar una profunda pena que no tiene límites. En medio de una competencia entre las filosofías y los métodos de la crianza de los hijos, la Biblia, en el libro de Proverbios, revela los secretos mejor guardados de la crianza sabia de los hijos.