El ambiente se llena con el agudo grito de “quiero hacer valer mis derechos”. El “ring” central de esta arena bulliciosa es el hogar — de manera más específica, el matrimonio. El intercambio de parejas, la unión libre y el vivir en amasiato son realidades que ya no se ocultan bajo la sábana de la vergüenza y la deshonra. Algunas parejas aceptan prácticas que hace tan sólo un par de décadas se consideraban tabú, introduciendo la infidelidad y la pornografía en el lecho matrimonial. En todos estos estilos de vida alternativos, la Biblia es ignorada por completo o es racionalizada a los extremos. ¿Será acaso que la monogamia es ya un concepto pasado de moda? Para este estudio, vamos a escuchar de nuevo a Aquel que originó el matrimonio, a Aquel ante quien todas las personas casadas son responsables: Dios.
