1 Pedro 3:1-7
La mayoría de las bodas son felices. . . pero la vida después de la boda es difícil. El estrés del trabajo, la pérdida de la comunicación, el durar tiempo con resentimientos, la crianza de los hijos. . . en fin, la lista de conflictos potenciales en el matrimonio parece interminable. Al estudiar las palabras que Pedro dirige a los maridos y las esposas, debemos recordar que este apóstol estuvo casado. Él comprendió la importancia de la armonía doméstica. Y en el poder del Espíritu Santo, Pedro escribió palabras sabias para que todos hagamos caso de ellas. Y sus palabras siguen vigentes hoy en día.