Algunas veces, volver a lo básico es absolutamente necesario. Cuando el equipo de fútbol americano de Green Bay estaban en su mejor apogeo, parecían absolutamente invencibles. Eran impresionantes, aplastantes e intimidantes. Realmente no sentían la más mínima preocupación ante sus oponentes. Pero este equipo, arrogante y orgulloso, llegó al campo del equipo de Chicago absolutamente seguros de que los borrarían del mapa; pero para el deleite de este equipo, y la sorpresa increíble del equipo de Green Bay, ocurrió exactamente lo opuesto. El entrenador de Green Bay, Vince Lombardi, estaba furioso. Él empujó a los hombres en el avión, y los llevó directamente a su estadio en las tempranas horas de la mañana, prendió las luces y les dijo a los hombres que se pusieran sus uniformes y sus protectores sudados, y los sentó y les dijo que iban a practicar, si era necesario, hasta la noche. Luego les dijo,
"Primero que nada, vamos a volver a lo básico." Y tomando una pelota de fútbol americano, la levantó y dijo,
"Señores, esto es una pelota de fútbol americano." ¿Qué tan básicos podemos ser? Me deleito en decirles que el énfasis real del mensaje de hoy es que,
"Damas y caballeros, quiero presentarles a su prójimo".
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