Cuando acudimos a ver una obra de teatro, en lo único que solemos fijarnos es en el trabajo que realizan los actores. Pero quien no suele venirnos a la mente son todas aquellas personas que trabajan “en la sombra”, por así decirlo, pero sin las cuales no sería posible disfrutar del espectáculo: técnicos de iluminación, sonido y maquinaria, maquillistas, productores, directores, taquilleros, acomodadores. . .estos son algunos de los perfiles que hacen posible que asistir a una obra de teatro se convierta en algo inolvidable para el espectador. Todas estas personas son las grandes olvidadas, y a menudo, se sienten menos importantes a la hora de los reconocimientos. Olvidados y poco importantes. . .así debieron haberse sentido los pastores en aquella colina cerca de Belén de Judea en la primera Navidad. . .hasta que recibieron la inesperada visita del cielo.