Con irónico cinismo, el poeta irlandés, Oscar Wilde escribió: «Puedo resistir todo, excepto la tentación» y «La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella». Un consejo equivocado, pero muy común. Y es que ceder a la tentación es mucho más fácil que resistirla. El camino de la vida está cubierto con la basura del remordimiento y la vergüenza de los que han caído en ella. Pero José es un claro ejemplo de alguien que resistió su persistente y atrayente oferta. Todos los que estamos de pie hoy, debemos prestar mucha atención, no sea que caigamos en ella mañana.