La ley de «causa y efecto» es una ley de la vida (y de la naturaleza) que muchas personas no tomamos en cuenta, y que es realmente importante para poder lograr buenos resultados en todos los aspectos de nuestra vida. Esta ley trae a la realización todo lo que sembramos, tanto en pensamiento, palabra y acciones. La Biblia se refiere a esto como el principio o la ley de la «siembra y la cosecha». Lo que es interesante, es que este principio o ley es firme e inalterable y ni siquiera Dios lo revierte. Al hablar de este tema, basemos nuestros pensamientos en Gálatas 6:6-10, y veamos cómo este principio se aplica a nuestro caminar espiritual.