Eclesiastés 11:7-12:1
Salomón nos anima a todos a recordar que es bueno para nuestros ojos concentrarse en el calor y la protección de la mano de Dios envolviendo nuestras vidas. Saber que Él está complacido con nosotros y que Él nos da permiso para disfrutar de nosotros mismos, de las cosas que Él nos da, pero sobre todo, disfrutarlo a Él, mientras vivamos. Cuando nos enfocamos en Dios, Él levanta la oscuridad y comienza a eliminar el dolor punzante de la depresión, para que la felicidad impregne todos los años de nuestras vidas.