Un escritor dijo correctamente, «Uno debe escuchar una canción, leer un buen poema, ver un buen cuadro o pintura, y si fuera posible, hablar unas pocas palabras razonables, por lo menos una vez al día». Bien, nosotros hacemos bien tres de esas cuatro cosas. Nosotros leemos, vemos y ciertamente hablamos. Pero no creo que cantemos lo suficiente. Los cantos le importan a Dios. La Biblia contiene un antiguo libro de cantos que hablan de las experiencias de un hombre y de su Dios en tiempos ya pasados. Nos habla de sus luchas, de sus victorias, de su dolor y también de sus celebraciones. Nos referimos al libro de los Salmos; 150 de las más notables expresiones de la experiencia humana jamás escritas.