Las familias severamente disfuncionales a menudo aparentan en lo exterior no ser afectadas por pecados secretos. Pero lo que transpira como consecuencia de un acto vergonzoso, deja un impacto espantoso, no sólo en la víctima, sino también en la familia entera; y sólo se intensifica con el paso del tiempo. La pasividad paternal puede destruir una familia, causando que sus miembros lleguen a ser cada vez más disfuncionales. Los padres deben ser valientes, enfrentar las verdades dolorosas y señalar el mal dondequiera que se encuentre.