Nuestra vida diaria se construye en torno a las personas y las cosas que queremos: amigos especiales, un cónyuge, hijos, un negocio, las posesiones, los planes futuros. Estos son los pilares que sostienen nuestro mundo, y si uno de ellos se remueve, sentiríamos como si toda la estructura que sostiene nuestra vida se vendría al suelo. Pero hay momentos en que Dios dice "¡Suelta y déjalo ir!" entonces las tuercas y tornillos que mantienen unido nuestro mundo se aflojan de repente y todo comienza a derrumbarse. Si usted alguna vez ha estado en esa situación, entonces conoce la presión que una sensación como esta puede ejercer sobre su fe. Abraham, también, estaba muy familiarizado con estas pruebas tan extenuantes. En nuestro estudio de hoy, vamos a echar un vistazo a una prueba que desafió su confianza en Dios, y vamos a ver cómo su ejemplo de fe inquebrantable nos anima para calmar nuestras propias vidas en tiempos de prueba.
