Si usted supiera que la persona a quien más admira estuviera en su lecho de muerte y quisiera hablar con usted sus últimas palabras, ¿prestaría atención a ellas? Tal fue el caso con Moisés, el redentor de los antiguos hebreos. Parado al borde de la Tierra Prometida, pronuncia una serie de mensajes finales y éstos fueron escuchados con mucho detenimiento. Sus advertencias y directrices fueron especialmente memorables para las familias que le sobrevivieron. Aún hasta el día de hoy, aquellas palabras de Moisés siguen todavía siendo pertinentes para nuestras familias.