Las cosas más valiosas son las que toman más tiempo en hacerse. Esto es especialmente verdad en objetos hechos a mano, como son las hermosas alfombras turcas. Durante semanas, meses, y a veces años, los trabajadores se sientan en pequeños bancos, tejiendo hilo, tras hilo para crear los complejos patrones de una alfombra que no sólo es hermosa, sino que durará por generaciones. El matrimonio es así: toma tiempo, pero si se sigue el diseño de Dios, se produce un valor duradero.