Al abrir el libro de los Salmos, hay una maravillosa palabra que sale a nuestro encuentro: Bienaventurado. «Bienaventurado el hombre. . .» comienza diciendo la primera parte del Salmo 1; y esta palabra no solo comienza el salmo, sino que también nos da la bienvenida a todo el libro de los salmos. Este salmo de entrada se encuentra aquí para invitarnos a leer y a usar el libro entero como una guía para vivir vidas bendecidas.