Usted puede relacionarse bien con el Señor, y hasta puede, si es muy paciente, llevarse bien con el predicador; pero tratar de llevarse bien con otros creyentes en la iglesia es una historia diferente. Sin embargo, la Biblia nos enseña que esto es posible. Dios nos ha diseñado a sostener relaciones personales cercanas y armoniosas, e inclusive, Él ha provisto una manera para que esto se logre; se llama: Comunión, o Koinonía como se le conoce en griego. Al adentrarnos en esta serie de estudios sobre la Koinonía, observemos y tomemos nota de la receta que los cristianos del primer siglo siguieron para desarrollar una comunión auténtica.