El apóstol Pablo escribió 13 cartas que constituyen gran parte del Nuevo Testamento. Las escribió en un periodo de 15 años, (entre el 52 y 67 d.C.). Algunos 6 años antes de su ejecución en Roma, Pablo envió una nota personal a un amigo suyo en la iglesia de Colosas llamado Filemón. Esta pequeña carta, que más bien sería un tarjeta postal, es el más corto de todos los escritos de Pablo. Pero no deje que su tamaño le engañe, pues contiene un magnifico estudio acerca del perdón. En resumen, es una cálida suplica para que Filemón, un dueño de esclavos, perdonara y aceptara de nuevo en su casa a un esclavo fugitivo llamado Onésimo, quien se había convertido en un seguidor de Cristo debido a la predicación de Pablo. Así como Cristo actúa como defensor de los cristianos ante Dios, Pablo actúa como defensor de Onésimo ante Filemón. La carta de Pablo a Filemón tiene gran valor práctico para nosotros hoy. Nos enseña acerca de dar a otros una segunda oportunidad, la igualdad que los creyentes tenemos en Cristo, y el poder del Evangelio para trascender las barreras culturales y socioeconómicas. Sin duda, esta postal a Filemón nos recuerda acerca de la Gracia.