Dios dio la orden que se escribiera su Palabra, para bendición de los que vinieran después. Pero siempre las personas con prepotencia y ambición, hacen que se produzcan divisiones; por alcanzar poder. Así, el pueblo escogido de Israel: murmuró contra Aarón y Moisés; inclusive, contra Dios. Pero Dios ha prometido bendecir, a toda persona que crea que Jesucristo es el Hijo de Dios.