El pueblo de Israel se había rebelado varias veces, incluso había querido regresar a Egipto. Hicieron un becerro para adorarlo, bailaron y pecaron de muchas maneras: Dios antes, se les había manifestado y habían visto su gloria. Moisés bajó del monte y los encontró pecando: su indignación fue muy grande. Estaba muy cansado, después de años en Egipto y mucho tiempo en el desierto.