Hay días difíciles por delante; de hecho, ya están encima. Como aprendimos en el mensaje anterior, la escena bíblica de 2 Timoteo 3:1-5 no es linda; más bien, es cruda y práctica. Nos sirve como advertencia para saber en dónde nos encontramos hoy. ¿Pero qué tenemos que hacer con tal advertencia? Es una cosa oír y creer la advertencia; es otra cosa más hacerle caso y actuar responsablemente. ¿Qué debemos hacer, sabiendo que los días son malos?