La institución del matrimonio atraviesa tiempos muy difíciles. Las tasas de divorcio se han disparado hasta las nubes, hombres y mujeres están probando las aguas de matrimonio al consentir vivir juntos como pareja antes de casarse; esto sin mencionar los intentos desesperados de la sociedad para redefinir el concepto del matrimonio a fin de incluir a parejas del mismo sexo. Pero el matrimonio es una institución divinamente diseñada, y si el matrimonio ha de prosperar en una cultura cada vez más hostil, entonces debemos consultar el arquitecto del matrimonio. . . Dios. Él posee la patente original de la relación de pareja.