Es un hecho comprobado que las termitas destruyen más estructuras cada año que el mismo fuego. Sin embargo, siempre es el fuego, y no las termitas, lo que acapara la atención de los titulares en los noticieros. Esto también sucede en un matrimonio. La mayoría de los hogares no se destruyen debido a los enormes fuegos de las diferencias, sino debido a los quietos, imperceptibles e irritantes insectos que se comen la fidelidad o la confianza en la relación matrimonial año tras año. Este estudio expone cinco de las especies más comunes de termitas en las relaciones que debilitan y arruinan las paredes interiores de un hogar.