La mente es el campo de batalla en donde Dios y Satanás se enfrentan. Es el territorio devastado por la guerra donde el bien y el mal se encaran. Es aquí en donde la conciencia desenvaina su espada para pelear contra la conveniencia, la convicción descubre su brazo en contra de la tentación y el carácter levanta su bandera en contra de la corrupción. Cada batalla importante es peleada primero en la mente. Y es una batalla que nosotros no deberíamos perder si deseamos ser santos.