Vivimos en una generación que representa a los padres como tontos e innecesarios, culpándoles por todos nuestros complejos y debilidades. Sin duda, los padres son imperfectos. Pero sin importar lo «promedio» que ellos puedan ser, los padres merecen respeto. Así que, esta es para usted, querido padre; votamos en su favor.