Dios nos da muchas cosas buenas para que las disfrutemos: nos da familia y amigos, lugares donde servir y recursos. Pero todas estas cosas podrían desplazarlo del trono de nuestros corazones, haciendo que nos resulte difícil encontrar un tiempo para disfrutar de Él. Descubre por qué una vida devocional es tan importante, en este episodio de Aviva Nuestros Corazones.
La gratitud es una elección. Pero si no la escogemos, por defecto hemos escogido la ingratitud. No ser agradecido ―a diario y deliberadamente― nos cuesta más de lo que pensamos. Pero cuando escogemos un estilo de vida de humilde gratitud, somos conscientes de los beneficios recibidos de nuestro amable Salvador, y de aquellos que Él ha puesto a nuestro alrededor. Al ser agradecido a Dios y a los demás, la amargura y el narcisismo son reemplazados por la alegría y la humilde comprensión de cuán indignos somos.