Tus relaciones importan: no solo te alejan de la soledad, o te proveen alegría, sino que le dicen algo al mundo acerca de la gloria de Dios. Descúbrelo en este episodio de Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth.
La gratitud es una elección. Pero si no la escogemos, por defecto hemos escogido la ingratitud. No ser agradecido ―a diario y deliberadamente― nos cuesta más de lo que pensamos. Pero cuando escogemos un estilo de vida de humilde gratitud, somos conscientes de los beneficios recibidos de nuestro amable Salvador, y de aquellos que Él ha puesto a nuestro alrededor. Al ser agradecido a Dios y a los demás, la amargura y el narcisismo son reemplazados por la alegría y la humilde comprensión de cuán indignos somos.