El Apóstol Pablo no tuvo el privilegio de andar con Jesús; cuando Él, estaba en la Tierra. Cuando Cristo estuvo predicando y constituyó Apóstoles, Saulo de Tarso pertenecía a la religión farisea. Todavía no tenía conocimiento del Evangelio y fue su enemigo: su religión le enseñó que Cristo era un impostor. Más tarde, cuando tuvo un cargo en la sociedad; persiguió a los cristianos.