Jesús enseñaba sobre el reino de Dios por Parábolas. El reino de Dios es semejante a un campo, donde el campesino siembra trigo; pero una mala persona siembra cizaña, junto al trigo. Ambas plantas son parecidas. Pero cuando las plantas muestran su espiga, se diferencian. La cizaña se queda erguida, entonces se le ata en manojos para quemarla. El trigo se inclina: es el buen fruto.