Imagine la escena que debió experimentar el apóstol Juan cuando presenció la sala del trono de Dios en Apocalipsis 4-5. Las vistas y los sonidos superaban cualquier cosa que él hubiera podido explicar plenamente con palabras humanas. Sin embargo, en fidelidad a Cristo, Juan escribió su visión para que la leyéramos y la consideráramos. ¿Qué verdades compartió el Señor que quiere que conozcamos y apliquemos hoy?
Las últimas palabras de Jesús incluyen fuertes advertencias sobre terribles acontecimientos que vendrán sobre aquellos que lo rechazan, y maravillosas promesas para aquellos que aceptan Su regalo de salvación.