Vivimos en una sociedad obsesionada con los logros. Desde pequeños rápidamente aprendemos que, para ser valorados, reconocidos y premiados, debemos tener un alto rendimiento. El mundo le asigna valor a una persona de acuerdo con el éxito que alcance en la vida. En otras palabras, esa valía personal debe ser ganada con trabajo y esfuerzo. El problema es que los logros humanos dan por resultado recompensas terrenales, lo que alimenta el deseo por más logros que conducen a mayores recompensas. Pero nada de esto produce una satisfacción profunda, una paz interior, el contentamiento del alma o el gozo perdurable. En el proceso de lograr más y ganar más, muy pocos, si llega a haber alguno, aprenden a reír más y de paso se olvidan de algo muy importante: ninguno de estos logros humanos proporciona el favor de Dios.
En El secreto de la felicidad , Max Lucado analiza en profundidad lo que Jesús dice sobre la felicidad y cómo obtenerla. Él escribe: “¿Qué pasaría si hubiera un camino diferente e inesperado hacia la felicidad? ¿Qué pasaría si ese camino se tratara de menos buena suerte y más amor, de no tanto para recibir y todo para dar?” Contracultural con cada vuelta de página, El secreto de la felicidad lucha contra las inclinaciones que todos tenemos y las mentiras que nos han enseñado acerca de preocuparnos por nosotros mismos primero como una forma de capturar la “vida feliz”, tan anhelada pero esquiva a la vez.
Al recorrer la experiencia de los personajes que se encuentran en las Escrituras, Max le muestra al lector una forma de vida y acciones prácticas cotidianas que producen la felicidad y los momentos de verdadero gozo. Este nuevo libro de Max revela el secreto que la Biblia enseña y la investigación afirma: que hacer el bien beneficia más a quien lo hace.