La reincidencia no está limitada únicamente a los no creyentes. Los cristianos también pueden «reincidir» en las falsas enseñanzas y caer en el error de irse a los extremos. Pablo consideró la reincidencia de los gálatas, del evangelio de la gracia hacia el legalismo esclavizador, como un acto de traición espiritual (Gálatas 1:6). De hecho, éste era un acto tan absurdo que Pablo se preguntaba si algún encantador los había «hechizado». Los gálatas sabían perfectamente bien que el evangelio se recibe por medio de la fe solamente. En este estudio descubriremos dos razones por las cuales caer en el legalismo no tiene sentido en lo absoluto.
En su nuevo libro, el pastor Charles R. Swindoll hace un llamado a la iglesia de Jesucristo a notar cuánto nos hemos deslizado. Esta gran erosión ha causado una explosión de guerras destructivas de adoración, reduciendo la adoración transformadora al entretenimiento, reemplazando el alimento de la Palabra de Dios por comida chatarra y causando un hundimiento muy profundo de la tolerancia cultural. La iglesia está dormida al volante, ¡y es hora de despertar!